¿Crees que se parece demasiado a los Pixies? Esa era la principal preocupación del líder de Nirvana, Kurt Cobain, cuando componía las canciones del que probablemente ha sido el álbum de rock más importante de la década de los años 90. Cuando el sello Sub Pop corría el riesgo de ser absorbido por un sello mayor, Nirvana decidieron que era mejor saltarse al intermediario y tratar directamente con una compañía grande. Estaba en el aire que Seattle iba a explotar... y el sello Geffen, que acababa de publicar un álbum de Sonic Youth, quiso promocionar a Nirvana. Es cierto que se pensaba en ellos para que tuvieran un cierto éxito... para una música tan fuerte y deprimente, se estimaron unas ventas de 250.000 ejemplares... lo que no está nada mal. Era lo que habían vendido Sonic Youth. Pero ni siquiera los ejecutivos de Geffen, ni mucho menos los miembros de Nirvana, podían esperarse lo que iba a ocurrir. Cuando estaban en plena gira europea, la emisión de Smells like teen spirit por la MTV convirtió Nevermind en un fenómeno de proporciones desorbitadas. De repente, habían desbancado nada menos que a Michael Jackson y su disco Dangerous del numero 1. 250.000 copias no era nada. A día de hoy ha vendido más de 30 millones de copias en todo el mundo.
El futuro era de Nirvana.
Hasta la detonación de aquella jodida escopeta.
10/10
El disco completo:
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