martes, 17 de octubre de 2017

Fastbacks: The day that didn´t exist (1999)


No esperéis evolución en Fastbacks. No la necesitan en absoluto. su punk con toques bubblegum es tan atrapador que uno sólo desea divertirse escuchando otro de sus increíbles trabajos. 
Ellos eran la esencia de Seattle justo antes de la eclosión del grunge, y su fuerza y su carisma abrieron el camino para todas aquellas bandas (Nirvana, Soundgarden, Pearl Jam) que admiraban a Fastbacks.
Lo extraño es que con discos tan cojonudos nunca hayan salido de su pequeño mercado en el que muy pocos les conocen. 
Este fue su séptimo disco de estudio y último antes de separarse. Al igual que ocurre con los Ramones o AC/DC, contiene lo que habían hecho siempre... y da igual. Te lo pasas de puta madre. Las melodías son casi de dibujo animado, las voces de Lulu Gargiulo y Kim Warnick parecen de adolescentes  (aniñadas y rebosantes de energía) y no hay una sola canción que sobre (algo habitual en sus trabajos). 
Pura fiesta punk

9/10

Un par de temillas:

One more hour

I was stolen:

Kendrick Lamar: To pimp a butterfly (2015)


To pimp a bitterfly debutó directamente en el número 1 del Billboard 200 estadounidense. La razón era obvia. La variedad de estilos que contenía, la producción sofisticada, el sonido agresivo y casi tribal de las estrofas hip hop de Lamar lo convirtieron casi de inmediato en un clásico. David Bowie se sintió tan impresionado que lo usó de inspiración para componer su última obra maestra, Blackstar
Estamos hablando de un disco negro en el sentido más profundo y racial de la palabra. Es rítmico, enormemente fuerte, cargado de testosterona, de reivindicaciones sociales y políticas, de orgullo. 
Temas como For free? con su grito de guerra (We want to fuck!)... o la lanzadera rítmica de la canción "i", son sencillamente hipnóticas... más bien frenéticas, de las que aceleran el corazón hasta el agotamiento. 
Brillantísimo. 

10/10

El disco casi completo aunque desordenado:

lunes, 9 de octubre de 2017

Kehlani: Sweet sexy savage (2017)


Basta ver la morbosa apariencia de la californiana Kehlani para adivinar que su música parte de las experimentaciones neo soul y hip hop de Rihanna. Es así... aunque la presente se adentra más en raíces de R&B. Sexual, provocadora e intimista, su debut ha sido un éxito... y francamente hay que decir que está muy bien. En medio de confesiones habladas, diálogos un tanto egocéntricos y pose radical, sus canciones son envolventes, sensuales. Si bien se echa de menos una originalidad que Rihanna si tiene, lo cierto es que ha acertado con su propuesta... y seguramente dará bastante que hablar si mantiene la calidad de su comienzo. 
Me ha gustado.

8/10

El disco completo:

Samantha Fish: Runnaway (2011)


22 añitos de nada tenía Samantha Fish  cuando sacó su primer álbum bajo su nombre consiguiendo de inmediato el Blues music award a la mejor artista revelación. Porque Runnaway es puro blues sin concesiones... maduro, bien tocado, clásico y enérgico. El comienzo de una discografía impecable y de enorme calidad. Canciones como Down in the swamp, Push comes to shove y Louisiana rain no tienen el menor desperdicio. 
Cojonudo.

9/10

El disco completo: