En los años 90, los alemanes Blind Guardian nos cautivaron con su power metal épico, imaginativo y con ciertas influencias de la música medieval. hicieron discos estupendos... hasta que pincharon. Trabajos como A night at the Opera o A twist in the myth resultaban demasiado pretenciosos y daban muestras claras de agotamiento.
Pero este disco hizo que muchos se reconciliaran con ellos. Dejaron de lado su tendencia más progresiva y volvieron a sus composiciones tradicionales añadiéndoles unas (hay que señalarlo) extraordinarias orquestaciones. Y el resultado volvió a ser muy bueno. La apertura con Sacred worlds es fantástica, con esos coros mágicos que son el punto fuerte del grupo... y canciones como Curse my name y War of the thrones (basada en Juego de tronos) retoman su punto más acústico y precioso.
El resto del álbum no desmerece. Es cierto que hay canciones que suenan muy parecido a cosas que ya habían hecho antes (empezando por el single, A voice in the dark), pero en conjunto fue una estupenda resurrección.
8/10
El disco completo: