Lo bueno de estas riot grrrls es que no suelen fallar. Les encanta que sus discos suenen frescos, como recién tocados, sin apenas arreglos y naturales. Después de la crisis de pareja interna entre sus líderes, Corine Tucker y Carrie Bronwstein, y del sensacionalismo de ciertas revistas al airear su lesbianismo, consiguieron resolver sus diferencias personales y seguir la senda honesta que habían comenzado a seguir desde un principio... la de un punk rock alternativo, acelerado, y de sonido absolutamente propio.
El disco es otra vez una bomba cargada de himnos... desde el homónimo All hands on the bad one hasta The ballad of a Lady Man o la preciosa Male model. Basta ver los títulos para intuir las críticas que hay detrás, claro está.
Fantásticas.
9/10
El disco completo:
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