Antes de fundar Sugar en los años 90, Bob Mould fue el líder de una forma demoledora que aunó el punk, el hardcore y el indie en un sonido increíblemente personal y ultrasónico. Con unas guitarras distorsionadísimas, una voz que parece que se va a salir de la garganta, y un batería que tenía que acabar con crisis de ansiedad, se convirtieron en uno de los nombres de referencia para un sector de los melómanos relativamente pequeño, pero exquisito en gustos. Nunca vendieron demasiado, pero sus trabajos suelen aparecer en las listas de los discos de rock más importantes de la historia.
Especialmente este New day rising, que no tiene desperdicio.
10/10
El disco completo:
https://www.youtube.com/watch?v=n1bI_uDWvHQ
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