Butterfly es generalmente considerado como el mejor disco de Mariah Carey. Un momento de transición en su vida a raíz de su divorcio y un momento de cambio a mejor en su técnica vocal. No hay duda en que Carey es una cantante de primer orden, y es sabido que es una máquina de churros a la hora de editar números 1 en las listas. Dicho esto, el disco está bien... pero se me hace monótono. Balada tras balada, ritmo lento tras ritmo lento, su sonido aparentemente homogéneo acaba empalagándome y aburriéndome. La producción es buena y las canciones por separado se dejan escuchar... pero en conjunto me resultan más bien sosas... y francamente, prefiero (por animado, sexual y entretenido) un disco posterior tan denostado como fue Rainbow a este, aparentemente más maduro. No es malo, que conste. Está bien. Pero no lo considero, ni por asomo, una obra maestra.
6/10
El disco completo:
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