Tom Waits nos ofreció en 2002 la más íntima, melancólica y taciturna de sus obras. Un disco conceptual cuya música fue escrita para una obra de teatro basada en la niña real que inspiró a Lewis Carroll a escribir su célebre Alicia en el país de las maravillas. con una maravillosa producción que nos hace dudar de si el disco pertenece al siglo XXI, o es un viejo vinilo encontrado en un cofre de hace un siglo, el maestro nos introduce en una noche de melancolía y recuerdos que apenas da paso a un silencioso amanecer de violín desafinado. No tiene precio.
10/10
El disco incompleto:
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