Fusiones, canto salvaje y radical, guitarras completamente distorsionadas, energía sin límite... The Sonics pertenecen a la primera generación de garage bands estadonidenses (quizá los primeros dedicados por entero a ese sonido), lo que les convierte en el precedente primigenio de Blue Cheer, MC5, la Velvet Underground, el punk, el heavy metal y todo el indie. Vamos, que sin ellos no existirían ni los Stooges ni Nirvana, ni los Sex pistols. Con su ruptura sonora se abrirían barreras inimaginables en un momento en el que los Beatles aun hacían pop y a nadie se le ocurría saturar los amplificadores. Eran sucios, gamberros, extremos... y comprendieron lo que sería el futuro del rock.
Imprescindibles.
10/10
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