Con alcohol en combustión en vez de sangre en las venas, el irlandés era sin duda uno de los motores más rabiosos que se podían encontrar en directo. Tocaba la guitarra sin orden ni concierto, haciendo lo que le daba la real gana e incapaz de tocar una canción dos veces seguidas de la misma manera. Sencillamente, tocaba como le pedían los dedos en ese momento... una improvisación constante anegada de blues aguardentoso y rock de whisky sin hielo.
Su álbum Irish tour es sencillamente uno de los mejores discos en vivo de la historia. Sin arreglos ni correcciones... pura fuerza motriz.
10/10
Documental de Rory Gallagher en la gira del Irish tour. ¡Brutal!:
No hay comentarios:
Publicar un comentario