El avant garde que inundó Gran Bretaña a finales de los sesenta y principios de los setenta fue realmente único. En este caso, nos trasladamos a la herencia de la universidad de Cambridge, donde se formaron Henry Cow con un espíritu experimental y de búsqueda en el desarrollo del aun en pañales rock progresivo. Naturalmente, eso quiere decir que comparte las virtudes de los grandes álbumes iniciáticos, pero también sus defectos. Al igual que ocurría por ejemplo en la Escuela de Canterbury, la deliciosa música de la banda está llena de momentos algo más complejos, incluso chirriantes, en donde se dedican a experimentar y en consecuencia ciertos momentos resultan densos y un poco pesados.
Sin embargo, y como suele ocurrir con los clásicos, lo bueno supera lo pesado... y nos encontramos con una brillante narrativa instrumental (no hay vocalista) de excelentes músicos (en donde destaca especialmente la especialista en instrumentos de viento Lindsay Cooper).
Este fue el segundo trabajo del grupo... y está considerado su clásico esencial.
El disco completo:
https://www.youtube.com/watch?v=lmji113JJD4