La resurrección de Carlos Santana a finales de siglo XX con este disco fue apoteósica e inesperada. De repente estaba en el número 1 de las listas estadounidenses, y eso que ya estaba más que talludito. La mezcolanza de rocl latino, pop y ritmos desatados funcionó a las mil maravillas en discotecas y emisoras de radios, y sus colaboraciones ayudaron a la promoción: gente como Dave Mathwes, Lauryn Hill, Everlast, el cantante de Matchbox Twenty, Rob Thomas, Maná, Eagle eye Cherry y, ya de paso, Eric Clapton.
Ahora bien... ¿estamos ante el mejor Santana? Ni por asomo. Fue una brillantísima jugada comercial, y el disco vendió la friolera de 30 millones de copias. Lo que se llama arrasar.
Es divertido, si... muy animado... ideal para una fiesta.
Pero ni de coña se acerca al Abraxas.
8/10
El disco completo:
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