El quinto trabajo del pionero de la Escuela de Canterbury, Kevin Ayers, es también su disco más vendido. Pero el menos original. Es pop rock divertido, con algunas concesiones al surrealismo y el dadaísmo que le hicieron famoso, pero también es más lo que se esperaba de alguien que necesitaba dinero, porque Ayers nunca fue precisamente millonario.
Para grabarlo recurrió a antiguos amigos suyos, como Mike Oldfield (que acababa de hacerse de oro con Tubullar bells), el batería de King Crimson, Michael Giles... o la cantante y modelo Nico (The Velvet Underground).
Está bien... pero no es ni de lejos lo mejor de Ayers.
7/10
El disco completo:
https://www.youtube.com/watch?v=-Xmbe1nG0L8&list=PL4B819E0BA02063A3
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