De repente, un género algo infravalorado como el heavy metal se convertía en número 1 de las listas del Reino Unido y convertían a esta joven banda en una sensación internacional. La nueva voz del género, Bruce Dickinson, pasaría a ser un referente a la hora de cantar para todos los grupos posteriores de la New Wave of British Heavy Metal, y Iron Maiden se coronaron como los reyes del género en una amistosa pero eterna liza con Judas Priest.
Temas como Run to the hills, Hallowed be thy name o la homónima The number of the beast, pasaron casi de inmediato a ser clásicos.
Naturalmente fueron acusados de satanismo... estúpida conclusión que en el caso de los Maiden carecía de fundamento.
9/10
El disco completo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario