Cuando publicaron la canción Metropolis pt1. en su obra maestra Images and words, el "part 1" era solamente una broma. No tenían pensado continuarla. Pero al convertirse prácticamente en el himno del grupo, los fans suplicaron una continuación... y ese fue el origen de este disco. La llegada del teclista Jordan Rudess ayudó a asentar una formación desequilibrada desde la marcha de Kevin Moore (entre medias estuvo Derek Sherinian).
El álbum fue conceptual... una suerte de historia de regresiones terapéuticas sobre una relación amorosa en la que hay infidelidades y asesinato. Y lo cierto es que fue uno de los trabajos más celebrados y exitosos del grupo. Si bien, era de un clasicismo un tanto complaciente, y carecía de los riesgos originales de otras grabaciones anteriores (como el álbum Awake, para mí su mejor trabajo).
Lo mejor... la instrumental The dance of eternity.
8/10
El disco completo:
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