El debut de Helloween (sólo habían publicado antes su EP Judas) supuso un paso importante en el desarrollo del power metal a partir del apeed metal. Era rápido, pero al mismo tiempo las melodías estaban mucho más potenciadas de lo normal, lo que a la larga iniciaría una tendencia abrumadora en el heavy metal europeo. Naturalmente eran principiantes... aún no tenían cantante solista, y el guitarrista Kai Hansen se encargaba de las vocales, aunque las abandonaría rápido por el estrés que le causaba tocar y cantar al mismo tiempo.
Para mi generación es un álbum nostálgico. Aun quedaba un poquito para que Helloween consiguieran su personal sonido y sacaran al mercado su obra magna (las dos partes de Keeper of the seven keys), pero a pesar de su irregularidad y de una producción que deja que desear, contenía buenos temas, como Ride the sky, Guardians o Phantom of death.
Entrañable y divertido.
7/10
El disco completo:
https://www.youtube.com/watch?v=BrDTe4HGSU8
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