Leí que un crítico había definido a Wolf Alice como "un caos desorganizado de fantástico indie". Y la verdad es que está bastante bien traído como definición. Hay efectivamente un cajón desastre de grandes ideas que cuando se materializan dan lugar a canciones cojonudas. Su sonido absorbe múltiples influencias, desde el shoegazing (la colosal Heavenward), pasando por el punk más rabioso (Yuk Foo) hasta melodías de pop realmente evocadoras (Space and time). Su vocalista, Ellie Rowsell, acaba haciéndose la protagonista en lo que en ocasiones se convierte en un torbellino de distorsiones que no destruye las buenas ideas, pero que si es un indicio de la juventud del grupo, de sus ansias de conseguir un sonido particular, y de un afán experimental que quizá haya que madurar un poco... pero que no deja de ofrecer un puñado de canciones realmente fuertes, hipnóticas y que dejan huella.
8/10
El disco completo:
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