Además de ser un genio, este tío es un genio... y un genio genial. O sea, por partida triple o elevado al cubo. Su imaginación para trabajar sobre bases country y convertirlas en algo ajeno y experimental no tenían límite. Hay que recordar que Clark es uno de los fundadores de los míticos The Byrds, aunque su talento se ahogaba en el seno de la banda y se fue muy pronto. en solitario, Clark desplegó todo su potencial con obras maestras absolutas que permanecieron en la penumbra por su rechazo a hacer conciertos (tenía un miedo patológico a volar) y su negativa a conceder entrevistas.
Este es su cuarto trabajo en solitario... Un vino de un millón de dólares la botella.
10/10
El disco completo:
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