Publicado tras la muerte de Kurt Cobain, es te directo de Nirvana tiene dos virtudes: la primera, que es acústico. Esto obliga al trío a elaborar una reinterpretación de sus propias canciones en limpio, lo que nos da otra imagen de su música. La segunda es que es un claro manifiesto del desprecio que sentían por el mainstream, el mercado y lo que se esperaba de ellos (a pesar de que entraron en el juego). Así, se niegan a tocar algunos de sus éxitos más repetidos por la MTV, y en su lugar se decantan por versiones de inesperadas bandas que les influyeron en su sonido (David Bowie, The Vaselines, Meatpuppets, Leadbelly).
El suicidio de Cobain convirtió esta actuación en un documento histórico.
8/10
El disco completo:
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