Hay toda una serie de motivos por los que este disco es quizá el peor (es bueno, pero el menos bueno) de la discografía de Pretenders a pesar de su enorme éxito. La banda se había separado en gran medida... dos de los miembros habían muerto por sobredosis de drogas... la cantante Chrissie Hynde estaba al frente con toda la responsabilidad, despidió a su guitarrista y se trajo un batallón de músicos de sesión, con lo que el espíritu de grupo estaba roto. Además, la animaron para que hiciera algunas canciones "bailables", con lo que experimenta con un dance raro de guitarras que funciona peor que su rock new wave.
No obstante el talento seguía ahí, y canciones como Don´t get me wrong (seguramente la más conocida del grupo) o Hymn to her se convirtieron en éxitos.
Aunque hubiera sido más honesto presentar este trabajo como un disco de Chrissie Hynde, más que como de Pretenders.
7/10
El disco completo:
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