Tras su apoteósica actuación en el festival de Woodstock, la banda de Alvin Lee estaba en la cresta de la ola, y su nuevo disco de estudio (el tercero de su discografía) supuso también su primer éxito en los Estaods Unidos. Había hambre de blues rock británico, y pese a que no llegaba a la altura de obras maestras como su debut homónimo o el segundo, Stonehendge, seguía siendo un trabajo estupendo ejecutado con una perfección técnica asombrosa.
Para estas alturas, Alvin Lee ya era una leyenda de las seis cuerdas.
8/10
El disco incompleto:
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