En muchos aspectos, este disco es La Biblia. Ray charles supo mezclar con éxito diferentes géneros musicales unos años antes de que Dylan hiciera lo propio (pero él se llevó el mérito porque, además de ser también genial, era blanco).
En manos de Ray Charles, los temas de country pasaron a convertirse en rabiosos y frenéticos temas de rythm´n blues y soul. El resultado es espectacular, por eso podemos decir que los temas, más que canciones, son versículos de un material sagrado y referencial. Es una grabación histórica sin precedentes. Seguramente, uno de los dos o tres mejores discos de la historia de la música moderna. Sencillamente.
10/10
El álbum completo:
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