¡Y yo que estaba convencido de que no me gustaba Frank Sinatra! Tenía un par de recopilaciones de clásicos... ya sabéis... My way... New York, New York... y no me convencía.
Hasta que escuché hablar de este disco... creo que fue en una selección de Tom Waits, en la que afirmaba que para él este trabajo había sido fundamental. Más tarde descubrí que In the wee small hours, de nuestro amigo Frankie, fue también el responsable del auge del vinilo de larga duración.
Se trata de una serie de cánticos del desamor, en parte inspirados por su reciente separación de la actriz Ava Gardner. A mediados de los cincuenta, la confianza de las discográficas en Sinatra se había desvanecido. Se le consideraba veneno para las ventas. Ni siquiera era capaz de conseguir actuaciones en clubes nocturnos.
Y entonces... el Óscar al mejor secundario por la película De aquí a la eternidad, y la grabación de este disco poco después.
De repente, Frank Sinatra era la voz de América.
In the wee small hours of the morning.
https://www.youtube.com/watch?v=MiPUv4kXzvw
Aunque a mí me guste más Mel Tormé (aunque tenga la voz quizá un poco demasiado azucarada), reconozco que Sinatra era bueno cantando y me gusta mucho.
ResponderEliminarEs curioso, ¿verdad? En El Padrino, el ahijado del Don, también cantando, pasa por un trance similar. Está casi acabado como cantante hasta que su padrino consigue que firme la película que le relanza. Qué coincidencia más curiosa, ¿verdad? :D