Muse se presentaron como una innovadora británica cargada de matices electrónicos y experimentales amparados en un pop que golpeó muy fuerte en las radios de todo el mundo. Su segundo trabajo mejoró con creces sus cartas de presentación, y definió una línea que no han dejado de seguir hasta el día de hoy... a veces de manera terca y cansina, todo hay que decirlo. De hecho, ya desde el principio adolecían de un exceso de dramatismo.
Pero aquí estaban en un buen momento... sonaban llamativos y tenían fuerza.
8/10
El disco completo:
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