La inquietante guitarra de Ry Cooder en la introducción de la película de Wim Wenders resultó inolvidable. Pocas veces tan pocas notas han generado una tensión y una angustia tan desasosegantes. Con pulso sobrio de blues tétrico y terrorífico, la banda sonora del film se mueve en todo momento en los parámetros del minimalismo de guitarra, la soledad y la alienación psicológica.
La película fue una obra maestra. Su música, imperecedera.
9/10
El disco completo:
https://www.youtube.com/watch?v=-sckPID6uUI&list=PLVXXtkqpldpGoapPAAyUqq6_HlOh2XWcw
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