El último trabajo con Roonie James Dio en las vocales se caracteriza por varias cosas: en primer lugar, sería el disco que anunciaba (de momento con pequeños toques) el pronto paso de la banda del hard rock épico al AOR (que hacía furor en Estados Unidos con bandas como Journey o Foreigner). Ese es el punto más débil.
Por otro lado, hay una cierta irregularidad en la calidad de las composiciones... porque la mitad del disco es una jodida obra maestra, con temas como Kill the king, Long live rock´n roll, Rainbow eyes y la mejor de todas, The gates of Babylon, con un impresionante solo de guitarra a cargo de Ritchie Blackmore. Pero los intereses del líder por el AOR se harían notar en canciones considerablemente menos contundentes, como L.A. connection y The shed.
8/10
El disco completo:
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