Con un disco ya preparado y a punto de grabarse, Green Day sufrieron uno de los percances que más páginas han rellenado en los anecdotarios del rock. Les robaron las canciones y las partituras. Ya iban a ponerse a reescribirlas cuando su productor les dijo... "Seamos honestos, chicos. ¿De verdad que esas canciones son lo mejor que podéis hacer?". Y se picaron. Hasta ahora eran un grupo multiventas, es cierto... pero no habían escrito una obra maestra. Algo que fuera diferente... y dieron el campanazo de órdago. Partiendo de cero, compusieron esta obra conceptual de punk sin desperdicio, agresiva, tremendamente melódica, con agradables toques pop y cínica hasta el dolor...
Yo pensaba que no me gustaban Green Day, hasta que publicaron su American idiot, y firmaron uno de los trabajos esenciales del nuevo milenio.
10/10
El disco completo:
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