Tras el éxito de Moondance, Morrison se propuso trabajar en un disco de sonido más relajado y con influencias de gospel. Fueron necesarias dos únicas sesiones para grabarlo, aunque se renunció a la idea original de que el disco fuera a capella, y acabó haciendo uso de una banda eléctrica.
Espiritual y simbólico, el león de Belfast volvió a dejar claro su estatus de compositor extraordinario y cantante de fuerza atronadora.
10/10
El disco incompleto:
https://www.youtube.com/playlist?list=PLcsDJS95FMswZoGlARCcnPnLOXtENwQAA
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