Uno de los dos o tres mejores discos publicados en la década de los años 90. Experimental, lleno de matices, con un blues rock áspero que degenera y se llena de moscas, o se convierte en melancólicas canciones que parecen arrancadas de un disco de pizarra, de plantaciones de algodón, de botellas rotas. El maestro Tom Waits arrasó con todos los premios habidos y por haber, y demostró que la veteranía es un grado... y que el verdadero talento es como el buen vino... mejora con los años.
10/10
El disco completo:
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