Una de las puntas de lanza del movimiento de las llamadas riot grrrls, Sleater-Kinney eran feministas, políticas, reivindicativas y estaban dispuestas a meter tralla rompiendo moldes tan básicos como el desprecio del bajo. De hecho sus dos líderes, Carrie Brownstein y Corin Tucker (que acababan de romper su relación sentimental) se alternan en la voz y la guitarra, acompañadas únicamente de una batería... en este caso tocada por Janet Weiis, que pasaría a formar parte definitiva de la banda.
Las canciones hablan de la ruptura amorosa de sus integrantes, lo que hizo que la prensa aireara el secreto de su lesbianismo (en realidad se reconocen bisexuales), que era secreto hasta para sus familias. Los periodistas, siempre tocando los cojones.
Las canciones hablan de la ruptura amorosa de sus integrantes, lo que hizo que la prensa aireara el secreto de su lesbianismo (en realidad se reconocen bisexuales), que era secreto hasta para sus familias. Los periodistas, siempre tocando los cojones.
La cubierta del álbum es claramente un homenaje a un clásico de los sesenta... The Kink kontroversy...
9/10
El disco completo:
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