La autobiografía de la ex-guitarrista de The Slits y actualmente música en solitario es sin duda una obra sincera, realmente íntima y uno de los libros que han conseguido meterme de una manera casi astral en la mente de una mujer. Sólo por esa razón ya tiene un mérito extraordinario. No es un escaparate de excentricidades musicales, sino una narración honesta y cercana de su vida, su acercamiento al mundo del Punk, su amistad cercana con la gente que protagonizaba el movimiento, Sid Vicious, Malcolm MacLaren, Mick Jones, Johnny Thunders, Johnny Rotten... y por supuesto sus compañeras en las Slits, Ari Up, Tessa y Palmolive.
No es un retrato alocado e histriónico, sino justamente lo contrario. Es el testimonio de una mujer que se ha enfrentado a dos vidas diferentes, la antisistema y la ortodoxa... y que sin encajar en ninguna ha acabado buscando un camino personal a costa de miedos, inseguridades y talento.
Seguramente uno de los libros más sinceros que he leído nunca.
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