Da gusto encontrar bandas que te sorprendan a estas alturas. A pesar de ser de Nueva York, The Pains of Being Pure at Heart han desarrollado un estilo que absorbe múltiples influencias del mercado británico, como el shoegazing y el post punk, y no es difícil rastrear en su sonido la herencia de bandas como My Bloody Valentine, Slowdive, Echo and the Bunnymen o The Jesus and Mary Chain.
El disco anterior había decepcionado un poco a los seguidores al perder este rumbo, pero con su cuarto trabajo, The echo of pleasure, volvieron a las sendas por las que fueron reconocidos y apreciados. Y el resultado es precioso. Su sonido es muy accesible (mucho más que el de las bandas que reverencian), sus composiciones son cuidadas hasta el más mínimo detalle, tanto en la parte melódica como en la producción, y las canciones se desgranan con auténtico placer: My only, Anymore, So true...
Delicioso de escuchar (especialmente en un atardecer lluvioso).
9/10
El disco completo:
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